Trabajos Practicos 1º Trimestre

Trabajo de Investigación 2º Trimestre


Conclusión

Los cuatro Evangelios nos enseñan que “ Dios amó tanto al mundo que entregó a su hijo para salvarnos...” nos mostró un camino: el Amor.
Jesús es el cumplimiento definitivo de toda la ley y los profetas. El supo obedecer plenamente la voluntad de su Padre.
Jesús nos regaló una ley nueva: la ley del amor, que selló con su muerte y su Resurrección; y nos regala su Espíritu para que podamos vivirla.
Todas las personas tenemos dentro de nosotros sentimientos totalmente contrarios. Por un lado, queremos vivir felices y hacer agradable la  vida a los que nos rodean: padres, hermanos, amigos, vecinos... y deseamos ayudarles, dejarles nuestras cosas, decirles la verdad, perdonarles, disculparles... Otras veces, sin embargo, fabricamos un mundo violento: reñimos, peleamos, guardamos rencor, criticamos, tenemos ira y envidia...
El mundo está falto de lo mas necesario: de amor a Dios y al prójimo. Es urgente promover una verdadera fraternidad entre los hombres. Pero esta fraternidad solo es posible si volvemos nuestro corazón a Cristo.
     El motivo por el que debemos amar a todos los hombres es porque amamos a Dios. La caridad: el amor, es el más excelente de todos los dones de Dios. Dios es amor. Este amor se Dios se manifiesta en Cristo. El amor y servicio a Cristo ha de expresarse y concretarse en el amor y servicio a los hermanos.
El término más usado para expresar el amor cristiano es la palabra griega “agápe”. Expresa el amor que procede de Dios, el amor hacia los demás que nace de la proximidad de Dios y que asume todas las energías y virtualidades del amor humano. Podemos apreciar la profundidad del significado de “agápe” teniendo en cuenta que el amor a Dios se traduce en imitación: en hacer lo que Dios hace y quiere (Mt 5,44-45; 6,10; 7,21; 12,50). Y lo que Dios hace, precisamente, es amar a los hombres. Por eso, ser fiel a Dios significa no ofender al prójimo, ser sincero, renunciar a la venganza, hacer el bien a los demás, no condenar.
Hay amor a Dios y amor de Dios donde hay amor a los demás. Hay relación con Dios donde hay amor mutuo. Hay cristianismo y comunidad cristiana donde el amor fraterno se hace realidad por medio de las obras. La medida de la fe es el amor.


Pero no alcanza  con  saber este mensaje

San Juan nos dice: “ Sabiendo estas cosas, serán bienaventurados si las ponen en práctica”